Lisardo Suárez pertenece a la cuarta generación de
mineros comunistas de su familia. Su bisabuelo participó en la huelga de 1917,
su abuelo en la Revolución del 34 y su padre en las huelgas del 56, 57, 59 y en
la gran “Huelgona” de 1962. Militante del Partido Comunista de Asturias,
Lisardo trabaja en el emblemático pozo María Luisa (Ciaño) como ayudante
minero. Lleva ya 16 años de mina a sus espaldas.
En los últimos meses has tenido la oportunidad de
explicar y denunciar la situación en que se encuentra la industria minera española
en distintos lugares de Europa. ¿Podrías comentarnos cuál fue el itinerario
seguido?
En primer lugar asistí a la fiesta de L’Humanité,
en París, el fin de semana del 14 de septiembre. El siguiente fin de semana
estuve en Bélgica en la fiesta del PTB, en la pequeña ciudad costera de
Bredene, y por último acudí el 5 de octubre a Atenas, donde participé en la
fiesta de Syriza. Fue constante la gran solidaridad mostrada con los mineros y,
en general, con toda la clase obrera de España. En París estuve acompañado por
Cándido Carnero, miembro de la CSI (Corriente Sindical de Izquierdas) y Andrés
Bódalo, del SAT (Sindicato Andaluz de Trabajadores). Tuvimos la ocasión de
charlar con Mélenchon, candidato del Frente de la Izquierda, y con el
secretario general del Partido Comunista francés, Pierre Laurent, además de con
varios dirigentes locales del partido y algunos secretarios generales de la CGT
en diferentes sectores. En Bélgica conocí a Peters Martens, presidente del PTB,
y a varios dirigentes del Partido. Y también tuve la suerte de coincidir con
Mariela Castro Espín, hija de Raúl Castro y sobrina de Fidel. Por último,
en Atenas compartí escenario con Alexis Tsipras, secretario general de Syriza y
líder de la oposición en Grecia.
Entonces suponemos que la acogida fue inmejorable…
Tanto en París como en Bélgica me encontré con
muchos españoles, hijos y nietos de republicanos y emigrantes. Se vivieron
momentos muy emotivos en donde las lágrimas afloraron y se mezclaban con la
solidaridad y el cariño que estos nos ofrecían. En las tres ciudades la gente
estaba muy interesada en conocer, de primera mano, lo sucedido en Asturias y la
actualidad española.
¿Qué valoración haces del nivel de concienciación
de la clase obrera francesa y belga?
He podido observar que tanto los sindicatos en
Francia como el PTB en Bélgica y sus militantes tienen un elevado grado de
concienciación y saben lo mucho que se están jugando. Son sociedades que, a mi
juicio, dan la impresión de tener una conciencia más clara de los problemas
reales, en comparación con lo que ocurre en España.
Evidentemente, en Francia y Bélgica viven en una
situación muy diferente a la que vivimos en España o en Grecia. A estos países
del norte de Europa la crisis aún no les ha golpeado de manera tan brutal como
a los países del sur, pero sí es cierto que hay una cierta preocupación por
contagiarse de la situación de crisis de sus vecinos del sur.
En Francia se ha anunciado el despido de ocho mil
trabajadores de la Peugeot y el presidente Holland no está cumpliendo con las
promesas realizadas durante su campaña electoral. Mucha gente está defraudada
con su actuación…
Tuviste ocasión de estar en la emblemática Plaza
Syntagma de Atenas y pudiste palpar cuál es la situación que viven los atenienses
y la sociedad griega en general…
Así es. En Grecia la situación parece estar
desbordada. La policía tiene tomada la ciudad de Atenas: grupos de policías, de
ocho o diez miembros, con los chalecos antibalas puestos y muchas “lecheras”,
que además son más grandes que aquí en España, con lo cual tienen más capacidad
para transportar un mayor número de antidisturbios. También existe gran
preocupación con el auge de la extrema derecha y de grupos neonazis organizados
que actúan por las calles de Atenas como si de policías se tratase, dando
palizas e increpando a inmigrantes y a todo tipo de personas ajenas a su
ideología.
Participaste, además, en un coloquio en la fiesta nacional del PCE,
partido en el que militas, informando de la situación minera española, así que
tratemos el asunto; ¿qué es lo que ocurre aquí, desde tu punto de vista?
En España tenemos un PSOE que cuando está en la
oposición mantiene un discurso muy rojo y reivindicativo pero que cuando el
pueblo confía en él y le entrega el poder hace justamente lo contrario de lo
que ha defendido, aplicando medidas neoliberales; pero esto no sólo sucede en
España, sino que también ocurre en los tres países que tuve ocasión de visitar.
En España, IU en lugar de hacer una oposición a las políticas de derechas, a
las políticas neoliberales, hace oposición sólo cuando el PP aplica estas políticas
y cuando lo hace el PSOE mira para otro lado, en el mejor de los casos, cuando
no colabora con ellos.
Y mientras, los medios de comunicación…
Pues mira, un dato: el periódico más leído en España
es el diario deportivo Marca. Así que de un país e n que lo que más interesa y
preocupa es el deporte, ¡qué se puede esperar!, ¡mal vamos! Creo que cuarenta años
de dictadura franquista han dejado huella. Hoy, un acto revolucionario
consistiría en apagar el televisor cinco horas al día; los medios ideológicos
de desinformación trabajan a destajo y además no escatiman en recursos
materiales y económicos. La vieja formula de “pan y circo” es muy eficaz. Nos
inundan constantemente con debates absurdos sobre Messi o Cristiano Ronaldo; el
ministro de educación Wert pretende “españolizar a los catalanes”…se
trata, por lo general, de cortinas de humo para distraer al personal y poder
hacer “su trabajo” a gusto y sin molestias.
Centrémonos ahora en Asturias. ¿Podrías comentarnos
cómo vive la clase obrera la crisis económica? ¿Cuál es la situación?
En Asturias la situación es jodida, ya que tenemos
casi cien mil parados. En las Cuencas se dan los índices de paro juvenil más
elevados. Los grandes sectores industriales casi han desaparecido
definitivamente: Ensidesa, Naval Gijón, etc., pero es curioso cómo a
pesar de esta situación la crisis no nos afecta de manera tan desgarradora como
a otras comunidades autónomas, como Madrid, Extremadura o Andalucía,
donde se viven auténticos dramas sociales y familiares. La explicación es que
aquí existe un tejido social y familiar que permite sobrevivir a la crisis: hay
un montón de prejubilados y familiares (abuelos, tíos, hermanos), que además
suelen poseer una huerta o un número suficiente de animales que les permite
salir adelante. Pero no olvidemos que en realidad el problema no es la crisis
en particular; el problema es el capitalismo.
Por último, hablemos del conflicto de la minería.
Durante estos últimos meses de lucha, ¿cómo se han sucedido las protestas?
Como bien sabéis, la lucha fue dura y contundente.
Durante 67 días, con sus respectivas noches, se vivieron momentos de fuerte
tensión y peligro. Debemos tener en cuenta que en la minería hay un 98 % de
afiliación sindical. Se da un alto grado de concienciación, por encima de la
media, debido a la historia de lucha y reivindicaciones laborales tradicionales
del sector (prácticamente todos tenemos familiares que han participado en otras
luchas históricas). Si mezclamos todos esos ingredientes tenemos la fuerza
necesaria para hacer lo que hicimos.
¿Qué repercusión tuvo el conflicto minero en el
resto del Estado?
Cuando algunos compañeros y compañeras dicen que la
huelga no sirvió para nada yo siempre les digo que no es cierto. Nuestra lucha
fue seguida con sumo interés y preocupación por muchos trabajadores y
trabajadoras. El mejor ejemplo fue lo sucedido durante la marcha a pie hacia
Madrid. En cada pueblo los vecinos se volcaban con los mineros. Querían vernos
y muchas personas lloraban de emoción solo con nuestra presencia. Lo sucedido
los días 10 y 11 de julio en Madrid pasará a la historia del movimiento obrero;
fue algo espectacular, indescriptible, emocionante… no sé, no encuentro
palabras… miles de personas, cientos de miles, gritando, aplaudiendo, llorando;
aguantaron horas y horas esperando nuestra llegada y cuando nos acercábamos se
producía una explosión de alegría y creo que de esperanza; eso es, de
esperanza.
¿Qué enseñanza nos lega una experiencia así?
Principalmente, que la lucha que manteníamos en ese
momento fue una luz al final del túnel, fue la voz que despertó muchas
conciencias, fue la que hizo ver que otra vía política es posible, que la
lucha, la solidaridad y la unidad obrera son el único camino para derrotar al
capitalismo.
Tras estos meses de gran agitación, ¿cuál es la
situación?, ¿se reactivará el conflicto?
Ahora nos encontramos en una “calma tensa”, a la
espera de analizar la propuesta que ponga encima de la mesa el gobierno del PP.
De momento silencio, no hay una propuesta oficial, sólo rumores…
Muchas gracias, Lisardo, por concedernos
amablemente esta entrevista. Ahora toca preparar la Huelga General del 14 de
noviembre, ¿verdad?
¡Por supuesto!
Muchas gracias a vosotros.
Para concluir la entrevista, quiero dejaros un
regalo. Durante la fiesta en
Atenas conocí a un escritor, un poeta chileno que se llama Jaime Svart, que le
dedicó un poema al ciudadano griego Dimitris
Christoulas, quien- como ya sabéis- desesperado por la situación que padecía
decidió suicidarse en la Plaza Syntagma. Dice así:
EL ÁRBOL MÁS HERMOSO DE SYNTAGMA
La plaza de la
Constitución en Atenas.
El CIPRÉS más
alto y más esbelto que podía existir...
El árbol con
los brazos extendidos y la mirada prístina mirando al cielo infinito...
El más bello
de los árboles de la creación…
Allí eligió
morir…
Allí se quitó
la vida para limpiar nuestras heridas…
Allí una mujer
cantaba canciones tradicionales griegas…
Allí lo
asesinaron…
Algún día
venceremos… algún día vencerá… algún día se borrará esta mancha de
oprobio… y el pueblo vencerá…
Jaime Svart, Chile-Atenas, abril 2012
El futuro es incierto y probablemente muy negro,
pero debemos dar la batalla. ¡Que viva la lucha de la clase obrera!
¡Viva!, respondemos
nosotros con firmeza.
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